Afilar el hacha (o preparar la tierra para la cosecha)
Introducción Cuando leí el tema del Emacs Carnival de este mes, la metáfora surgió inmediata: la vida rural, en la que estoy inmerso últimamente, refleja exactamente mi trabajo con Emacs. Paso la mayor parte de mi tiempo de trabajo dentro de Emacs. Es mi editor, mi estudio de escritura, mi agenda y, a ratos, mi terminal. Durante años busqué el init perfecto: esa configuración platónica que lo deja todo resuelto. Ahora entiendo que el verdadero progreso no llega con grandes rediseños, sino con mantenimiento continuo. Como en un huerto: arar, desbrozar, regar, podar. Preparar el terreno para que la cosecha —las notas útiles, los textos claros, los proyectos terminados— llegue sin fricción. ...